Cuando estamos pasando por las pruebas
es porque el Señor Jesús está trabajando en nuestra fe. Así que, no nos podemos afligir
porque después que la tormenta pase las bendiciones son mucho más grandes, así
que no debemos temer.
¿Porqué Dios se glorifica mediante las pruebas?
La biblia nos da muchas
promesas para darnos confianza y no desmayar en medio de las tribulaciones, como
también nuestra fe se va fortaleciendo,
en Santiago podemos leer que:
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago
1:2-3)
Cuando leemos el inicio del versículo nos parece extraño, no
preguntamos ¿cómo sentir gozo en
medio de pruebas si ambas no
encajan? No obstante, Santiago presenta las perspectivas de estas palabras
desde lo espiritual y no desde el punto de vista humano.
Existen muchos beneficios que sorprendentemente están presentes en
los sufrimientos, pero que no pueden ser fácilmente distinguidos por lo
general.
Sin embargo, es necesario entender que el pasaje no manifiesta que
debemos estar felices por el dolor. Si no que nuestro regocijo se base en las
bendiciones que acompañan al sufrimiento.
El significado de “tened por” significa evaluar. Si lo vemos de las perspectiva de Dios, nos regocijamos porque los resultados son muy
provechosos, aún así este produciendo dolor. Sin lugar a dudas, las pruebas duelen pero desde el punto de
vista de Dios ayudan mucho.
La
fe se fortalece mediante las pruebas
Para que las personas se puedan gozar
en las pruebas, es necesario comprender el propósito mediante el cual Dios las creó. No importa cual sea el
origen, lo que si queremos saber es que Dios
quiere usarla, para poner a prueba la fe
de cada uno, produciendo madurez espiritual y paciencia.
Dios tiene oculta en cada prueba una gema preciosa para ir mejorando
nuestro carácter. Pero depende de cada uno de nosotros si la queremos recibir o
no. Quiénes desean ser transformados a la imagen de
Jesús, pueden tener el regocijo en los beneficios que acompañan las
tribulaciones.
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